desde la calma

en el ojo del huracán, donde todo y nada son la misma cosa, dilaté mis capacidades, dominé mi sueño, mi nervio, mi quimera. 30 días y 30 noches, sin descanso ni tregua, sin lugar al esparcimiento, acumulados en un papel con mi sudor. los días fueron martes y las noches días. estoy a la espera de dos pero estoy cerca, muy cerca. (Daniel Ferreiro, mi compañero, tiene algo que ver en todo esto. Muchas gracias)

el descafetín II

como salido de la secta del "no puedo, estoy ocupado", ciño al sol, replico y suplico a los santos y apenas ingiero. aqui van unos cuantos cristales rotos que anteceden al estruendo producido en el café.

yo soy quien controla y pone los límites a la locura. conseguir que la vida sea un sueño anularía la necesidad de dormir. la locura y la felicidad sé que se relacionan, pero no sé exactamente cómo.

la degeneración es el vicio del alma... evolucionar será tener vicios legales (o legalizar esos vicios? en todo caso hacer de esa degeneración algo bello, que merezca la pena.

disfrutar, arriesgar y aprender sin importar el orden, tiempo o ciudad.

ahora me voy, pero lo dejo abierto. tenía ganas de volver. gracias para los que escriban. son)risas)) para los que lean. os saluda y quiere,

Lancelot Caballero Macías