Sunday, October 01, 2006

manual contra la melancolía

barrer el otoño de las calles es cosa de unos pocos héroes. pero quisiera hablaros primero en esta tarde de domingo de esta tarde de domingo. no por ser única ni especial, que lo es, ni por que quisiera conseguir un golpe de efecto sobre el lector, que también, si no porque quiero hacer una reflexión a esos días que no dicen nada, que pasan desapercibidos y que están pensados para ilusionistas si quieren ser vividos.

buscar motivación es hablar de vitalidad, tarea cínica arrancado el otoño. pero no se dejen atrapar en asociaciones fáciles de decadencia y parsimonia. la vida no es una novela, ni siquiera un poema. ni el curso del tiempo está sujeto a un guión o rima consonante. creo que en todo caso sería al revés, y es el tiempo quien sujeta dichas virtudes.

así que escuchen lo que cada tiempo dice. escúchenlo de verdad, mirándole a los ojos, aunque vista de arapos o sea mudo. no tengan prejuicios sólo porque no se afeite y camine descalzo, porque seguramente os perdáis una linda historia. capturar susurros... nadie dijo que fuera fácil en otoño. es por eso que los barrenderos en parís saben más de versos que cualquier filólogo de bogotá.

lo bonito raramente es fácil, pero sí sencillo, como esta tarde de domingo.
lans

2 Comments:

Blogger Esther Hhhh said...

Quisiera ir a París ahora mismo para que los barrenderos de París me recitaran sus versos.
Gracias por tus palabras, acaban de apaciguar un rato los demonios que me carcomen últimamente...
Gracias por traerme el desierto y la paz, aunque sólo sea por un rato.
Besos

9:03 AM  
Anonymous Anonymous said...

¿Porqué tenía que ser melancólica una estación en la que los árboles hacen nudismo?
Hagamos todos nudismo. Seamos árboles como Juan.

12:11 PM  

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