y en otros ojos me olvidé de su mirada...

espero cerrar con esta entrada los enredos de aquel viaje. viaje bastardo, sin nombre ni apellidos, sin fotos, sin remedio, sin razón.

la tercera noche tuvo lugar la conversación del doesn't work en la mesita de la cocina. después silencio insoportable. ami me agarraba fuerte la mano, como si supiera que pronto echaría a volar.

el problema era roma. todo en ella era dolor y amargura. así que marché a nápoles y seduje a otra mujer preciosa. con ella volví a sonreir, a besar, a gozar. gané confianza, me hice fuerte... dos noches me costó desnudarla y un minuto despedirla. cuando me preguntó cuándo voleríamos a vernos supe que nuca y dije que algún día.

en fin, este cafetín, que cada día se parece más a una peluquería, necesariamente tiene que ventilarse. abriré las ventanas para que entre aire nuevo. no pienso haceros esperar, amantes del capuccino.