Thursday, September 22, 2005

lyon, mi gran descubrimiento

lyon. cuatro días de ciudad. cuatro días de bouchons. cuatro días de romance.
lyon tiene tres ríos, el ródano, el saona (afluente del primero) y el beaujolais (el vino que corre por toda mesa que se precie). los primeros se funden al sur de la ciudad. el tercero con una buena carne. a la zurda del saona corre en paralelo el vieux lyon, delicioso barrio gótico de calles y callejas.
entre medio de los ríos está la prèsqu'île (peninsula). al norte descubrí la croix rousse, un barrio obrero de mediados del s.XIX, los canuts, que trabajaban la seda. el barrio se desarrollaba en pendiente, con edificios de casas de techos altos. en su día taller y casa eran la misma cosa, y para que cupiesen los telares los pisos eran de cuatro metros y medio. estos edificios tenían pasajes para conectar unas calles por otras. eran los travules: entrabas, bajabas escaleras, recorrías pasillos, salías a patios, girabas esquinas, volvías a descender y... voilà, aparecías en otra calle manzanas abajo. se dice que los travules servían a los canuts para llevar la seda de un lado a otro sin que se mojara, pero más tarde servirían a la résistance para dar esquinazo a la ocupación nazi. el caso es que te plantabas en el centro de lyon en diez minutos trasvulando la croix rousse.
el centro de la prèsqu'île era el centro neurálgico de lyon. era el ensanche típico frances. casas uniformes con mucha categoría, grandes plazas, rincones bohemios, comercio, estaciones de metro, estatuas ecuestres, fuentes de plomo, el trolebús, donner qebabs, cafés de negociantes, salones de billar, l'hôtel de ville, y los puentes a ambos lados de la península. la estación de tren como remate final, cerca de la suma de los cauces.
a la diestra del ródano la parte moderna de lyon, la part-dieu, un pelín demodada pero igualmente interesante. oficinas, auditorio, centros comerciales, edificios administrativos, otra estación, parques, edificios de aparcamientos, cervecerías, hoteles, cines y los hijos bastardos de lyon, los inadaptados.
lyon, otra amante urbana que se me niega, otra vida soñada, otra copa de beaujolais vacía.

1 Comments:

Blogger Juan said...

deja de buscarte amantes tan nórdicas...
al final siempre se escapan... je je
Realmente tu siglo es el XIX.
Un abrazo

8:21 AM  

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